Es una Parroquia Católica de Rito Romano, perteneciente a la Arquidiócesis de Maracaibo, Venezuela. Está ubicada en la Comunidad de El Bajo, en el extremo sur del municipio San Francisco del estado Zulia, limítrofe con el Municipio La Cañada de Urdaneta.
miércoles, 31 de agosto de 2016
San Ramón Nonato
Cardenal
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Ramón significa: "protegido por la divinidad" (Ra=divinidad. Mon=protegido). San Ramón nació en Cataluña, España, en 1204. Muy joven entró en la Congregación de Padres Mercedarios que se dedicaban a rescatar cautivos que los mahometanos habían llevado presos a Argel. Lo recibió el mismo San Pedro Nolasco, fundador de la Comunidad. Pocos años después de haber entrado de religioso fue enviado con una gran cantidad de dinero a rescatar a los católicos que estaban esclavizados por los musulmanes en Africa. Allá gastó todo el dinero en conseguir la libertad de muchos cristianos y enviarlos otra vez a su patria, de donde habían sido llevados secuestrados por los enemigos de nuestra religión. Cuando se le acabó el dinero se ofreció el mismo a quedarse como esclavo, con tal de que libertaran a algunos católicos que estaban en grave peligro de perder su fe y su religión por causa de los atroces castigos que los mahometanos les infligían. Como entre los musulmanes está absolutamente prohibido hablar de la religión católica, y Ramón se dedicó a instruir en la religión a sus compañeros de esclavitud y aun hasta a algunos mahometanos, le dieron terribles tormentos y lo azotaron muchas veces hasta dejarlo casi muerto. Y al fin, como no se callaba, le amarraron la cara a una correa a la cual le echaron candado, para que no pudiera hablar, y no abrían el candado sino cuando iba a comer. El jefe musulmán, con la esperanza de que Ramón volviera a España y le llevara más dinero para rescatar cristianos, lo dejó en libertad. Pero se dedicó a hablar de nuestra religión a cuantas más personas podía. Esto hizo arder en cólera a los mahometanos y lo volvieron a encarcelar y a atormentar. Al fin San Pedro Nolasco envió a algunos de sus religiosos con una fuerte suma de dinero y pagaron su rescate y por orden de sus superiores volvió a España. Como premio de tantos heroísmos, el sumo Pontífice Gregorio IX lo nombró Cardenal. Pero San Ramón siguió viviendo humildemente como si fuera un pobre e ignorado religioso. El Santo Padre lo llamó a Roma para que le colaborara en la dirección de la Iglesia, y el humilde Cardenal emprendió el largo viaje a pie. Pero por el camino lo atacaron unas altísimas fiebres y murió. Era el año 1240. Apenas tenía 36 años. Pero había sufrido y trabajado muy intensamente, y se había ganado una gran corona para el cielo. A San Ramón le rezan las mujeres que van a tener un hijo, para que les conceda la gracia de dar a luz sin peligro ni tormentos. |
domingo, 28 de agosto de 2016
SEGUNDA LECTURA DEL OFICIO DE HOY. DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO. MEMORIA DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA QUE, PRECISAMENTE POR SER DOMINGO, SE SUPRIME EXCEPTO EN LAS IGLESIAS Y CONGREGACIONES TITULARES.
De los sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 23 A,1-4: CCL 41, 321-323)
EL SEÑOR SE HA COMPADECIDO DE NOSOTROS
(Sermón 23 A,1-4: CCL 41, 321-323)
EL SEÑOR SE HA COMPADECIDO DE NOSOTROS
Dichosos nosotros, si llevamos a la práctica lo que escuchamos y cantamos. Porque cuando escuchamos es como si sembráramos una semilla, y cuando ponemos en práctica lo que hemos oído es como si esta semilla fructificara. Empiezo diciendo esto, porque quisiera exhortaros a que no vengáis nunca a la iglesia de manera infructuosa, limitándoos sólo a escuchar lo que allí se dice, pero sin llevarlo a la práctica. Porque, como dice el Apóstol, estáis salvados por su gracia, pues no se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. No ha precedido, en efecto, de parte nuestra una vida santa, cuyas acciones Dios haya podido admirar, diciendo por ello: "Vayamos al encuentro y premiemos a estos hombres, porque la santidad de su vida lo merece". A Dios le desagradaba nuestra vida, le desagradaban nuestras obras; le agradaba, en cambio, lo que él había realizado en nosotros. Por ello, en nosotros, condenó lo que nosotros habíamos realizado y salvó lo que él había obrado. Nosotros, por tanto, no éramos buenos. Y, con todo, él se compadeció de nosotros y nos envió a su Hijo a fin de que muriera, no por los buenos, sino por los malos; no por los justos, sino por los impíos. Dice, en efecto, la Escritura: Cristo murió por los impíos. Y ¿qué se dice a continuación? Apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir. Es posible, en efecto, encontrar quizás alguno que se atreva a morir por un hombre de bien; pero por un inicuo, por un malhechor, por un pecador; ¿quién querrá entregar su vida, a no ser Cristo, que fue justo hasta tal punto que justificó incluso a los que eran injustos? Ninguna obra buena habíamos realizado, hermanos míos; todas nuestras acciones eran malas. Pero, a pesar de ser malas las obras de los hombres, la misericordia de Dios no abandonó a los humanos. Y Dios envió a su Hijo para que nos rescatara, no con oro o plata, sino a precio de su sangre, la sangre de aquel Cordero sin mancha, llevado al matadero por el bien de los corderos manchados, si es que debe decirse simplemente manchados y no totalmente corrompidos. Tal ha sido, pues, la gracia que hemos recibido. Vivamos, por tanto, dignamente, ayudados por la gracia que hemos recibido y no hagamos injuria a la grandeza del don que nos ha sido dado. Un médico extraordinario ha venido hasta nosotros, y todos nuestros pecados han sido perdonados. Si volvemos a enfermar, no sólo nos dañaremos a nosotros mismos, sino que seremos además ingratos para con nuestro médico. Sigamos, pues, las sendas que él nos indica e imitemos en particular, su humildad, aquella humildad por la que él se rebajó a sí mismo en provecho nuestro. Esta senda de humildad nos la ha enseñado él con sus palabras y, para darnos ejemplo, él mismo anduvo por ella, muriendo por nosotros. Para poder morir por nosotros, siendo como era inmortal, la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. Así el que era inmortal se revistió de mortalidad para poder morir por nosotros y destruir nuestra muerte con su muerte. Esto fue lo que hizo el Señor, éste el don que nos otorgó: Siendo grande, se humilló; humillado, quiso morir; habiendo muerto, resucitó y fue exaltado para que nosotros no quedáramos abandonados en el abismo, sino que fuéramos exaltados con él en la resurrección de los muertos, los que, ya desde ahora, hemos resucitado por la fe y por la confesión de su nombre. Nos dio y nos indicó, pues, la senda de la humildad. Si la seguimos, confesaremos al Señor y, con toda razón, le daremos gracias, diciendo: Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, invocando tu nombre.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/agustin.htm
sábado, 27 de agosto de 2016
"No se perderá el hijo de tantas
lárimas"
(San Ambrosio a Santa Mónica, madre de San Agustín)
Al conmemorar la memoria de SANTA MÓNICA, madre de San Agustín, en el marco del Evangelio "de los talentos" que la Iglesia nos propone en este día, sábado XXI del Tiempo Ordinario, conviene tener presente a esta santa que, en el culmen de las situaciones límites, encontró, precisamente en su pobreza, la riqueza de la oración sostenida demostrándonos que no hay mayor pobreza que la de quien no puede orar. Que la memoria insigne de Santa Mónica nos inspire para mirar los talentos que hemos recibido y con generosidad ponerlos al servicio de la humanidad, especialmente de los más pobres.
viernes, 26 de agosto de 2016
jueves, 25 de agosto de 2016
COMO UN RUEGO
"Entiéndanlo bien", dice el Señor,...
Podríamos imaginar casi como un ruego en su voz, a la vez que como una terrible advertencia: "Si el dueño de casa supiera a que hora iba a venir el ladrón , estaría en vela y no permitiría que le robasen su casa!" Entiéndanlo bien, no saben ustedes ni el día ni la hora, nos dice el Señor.
Pero se nos olvida fácilmente esta sutil pero contundente advertencia del Señor en el Evangelio de hoy,jueves de la XXI semana del Tiempo Ordinario, (Mt 24, 42-51)* y nos exponemos a que cuando él llegue estemos haciendo cualquier cosa menos aquella de la que nos ha encargado, que es muy sencilla: Ser testigos de su amor y administradores de la misericordia que brota de su corazón; no "ministros de justicia" del Reino, sino perdonadores, reconciliaciones, constructores de la paz. Ojalá se cumpliese en cada uno de nosotros la esperanza de que cuando el Señor nos llame a su presencia nos encuentre repartiéndole el alimento a sus ovejas y no trasquilándolas.
P. Alberto Gutiérrez
* http://www.bibliacatolica.com.br/es/la-biblia-de-jerusalen/mateo/24/

miércoles, 24 de agosto de 2016
martes, 23 de agosto de 2016
UNA HISTORIA BICENTENARIA
El domingo 3 de
Julio de 2016, a las 8:00 de la mañana, en una festiva y emotiva ceremonia Eucarística cargada de fe y presidida por el Excelentísimo Monseñor Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela y concelebrada por el Arzobispo Metropolitano de Maracaibo, su Obispo Auxiliar, sus excelencias Monseñor Ubaldo Ramon Santana Sequera y Monseñor Angel Caraballo Fermín, y los reverendos presbíteros Raul Montoya, párroco de San Juan Bautista y Vicario Episcopal para el Sur; Leonardo López, Párroco de Santísimo Cristo, Juan Navarro, Párroco de Jesús Nazareno, y, Alberto Gutiérrez segundo Rector y nuevo Administrador Parroquial, fue erigida canónicamente nuestra PARROQUIA
PURISIMA MADRE DE DIOS Y SAN BENITO DE PALERMO, en el corazón de la comunidad
de EL BAJO, municipio civil San
Francisco del estado Zulia, en Venezuela; la cual pertenece a la Arquidiócesis
de Maracaibo, está adscrita a la Vicaría
Episcopal Territorial Sur e integrada a la Zona Pastoral número 8, junto a
todas las parroquias eclesiásticas ubicadas en el territorio del municipio
civil La Cañada de Urdaneta del mismo estado, a saber: Parroquia Inmaculada
Concepción, Parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá (La Ensenada), Parroquia
San Antonio de Padua y Nuestra Señora Virgen de los Parrales y la Parroquia
Nuestra Señora del Carmen (El Carmelo).
Interpretando el
sentimiento y anhelo unánime de la comunidad eclesial, se solicitó al Excmo. señor Arzobispo de Maracaibo, Mons.
Dr. Ubaldo Ramón Santana Sequera que, de acuerdo a su paternal providencia y
misericordia se le concediera a la hasta entonces Rectoría de San Benito, que
había sido constituida el 25 de mayo de 2014, la elevación a la categoría de
parroquia, y que se nos concediera el gozo de restaurar, junto al nombre del glorioso y amado San
Benito de Palermo, el
nombre tierno e inspirador de nuestra madre del cielo bajo el título de Purísima Madre de Dios,
A modo de reporte y humilde recordación
hemos querido publicar aquí algunos datos que hemos obtenido, producto de las
consultas que profusamente se realizaron en la comunidad y de acuerdo a la
investigación testimonial y documental a la que hemos tenido acceso:
PRIMERO, De acuerdo a la propia tradición y costumbre
de esta comunidad eclesial, desde hace unos doscientos años, existe en El Bajo
la devoción a la Bienaventurada Virgen María en el Misterio de su Inmaculada
Concepción, tratándosele con el nombre
cariñoso y popular de “La Purísima”, Al respecto hemos encontrado que ya en
el año 1775, aparece registrada la existencia de una capilla dedicada a la Virgen
María, en predios de los que para la época era conocido como La Cañada Baja (Hoy El Bajo), según lo
refiere el Doctor Luis Rincón Rubio, en su libro La Inmaculada Concepción de La
Cañada, pág. 49, citando como fuente los Documentos
referidos a la Visita Pastoral del Obispo Mariano Martí en el año 1.775 (Tomo
VI, Compendio).
SEGUNDO, En material que nos ha facilitado la Profesora Ada Ferrer Pérez, Cronista de San
Francisco, consta que:
“Isbelia de Atencio contaba que José
Francisco Bracho, esposo de Feliciana Morán, fue quien trajo a El Bajo la
imagen de San Benito, la trajeron en cayuco al repique de los tambores desde
Bobures, aproximadamente en 1,915, y desde entonces se celebran las fiestas de
San Benito en El Bajo”
TERCERO, Hemos constatado de forma testimonial que
en El Bajo existieron durante muchos
años dos capillas, una dedicada a San Benito de Palermo, que se ubicaba en
inmediaciones de los terrenos que hoy ocupa la empresa Servi-Lock; y la
dedicada a la Purísima, ubicada frente al templo actual. Refieren los pobladores
que en algún punto, alrededor de los
años 70, el entonces párroco de Santísimo Cristo de San Francisco, y de muy
venerable memoria, Monseñor Luis
Guillermo Vílchez proveyó el traslado de
la imagen de San Benito a la Capilla de la Purísima, y desde entonces
compartieron ambas imágenes la misma capilla.
CUARTO, En el año 1997, la capilla de la Purísima, que ya se conocía también como la capilla
de San Benito de El Bajo, dio paso a la nueva edificación que conocemos hoy
y a la misma se le llamó sólo Capilla de San Benito. Sin embargo, las fiestas
de la Purísima se siguieron celebrando año tras año en la Solemnidad de la
Inmaculada Concepción, unas veces con gran bullicio y otras con menos ímpetu; y
cuentan que incluso se hacía una vistosa bajada de la Virgen, como es costumbre
en nuestras latitudes.
Es de hacer notar que a pesar de la cercanía
de la parroquia Inmaculada Concepción de La Cañada, nunca tal cercanía ha
representado inconveniente alguno para que tanto los Cañaderos como los Bajenses
hayan celebrado una fiesta común durante más de dos centurias ininterrumpidas.
QUINTO, También hemos venido a saber, de acuerdo a
numerosos testimonios recibidos que la restauración del nombre de la Purísima
como titular de esta comunidad eclesial es un anhelo por todos compartidos, al
punto de que en todas las consultas realizadas se ha logrado completa
unanimidad en el criterio de que tal restauración representa la satisfacción de
un grande anhelo entre los cristianos católicos de El Bajo.
Así también proveyó el Metropolita de Maracaibo que, en el territorio concedido a esta parroquia naciente, se incluyeran las comunidades denominadas LOS RODEOS (I, II, II), y el Barrio Brisas del Lago, todos pertenecientes a la parroquia civil Domitila Flores del municipio San Francisco, en los cuales cumplíamos actividad misionera y hemos estado promoviendo la construcción de un templo decdicado a Nuestra Señora del Valle y a San Juan de Dios, proyecto que sería la primera iglesia filial de nuestra parroquia.
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