UNA HISTORIA BICENTENARIA
El domingo 3 de
Julio de 2016, a las 8:00 de la mañana, en una festiva y emotiva ceremonia Eucarística cargada de fe y presidida por el Excelentísimo Monseñor Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela y concelebrada por el Arzobispo Metropolitano de Maracaibo, su Obispo Auxiliar, sus excelencias Monseñor Ubaldo Ramon Santana Sequera y Monseñor Angel Caraballo Fermín, y los reverendos presbíteros Raul Montoya, párroco de San Juan Bautista y Vicario Episcopal para el Sur; Leonardo López, Párroco de Santísimo Cristo, Juan Navarro, Párroco de Jesús Nazareno, y, Alberto Gutiérrez segundo Rector y nuevo Administrador Parroquial, fue erigida canónicamente nuestra PARROQUIA
PURISIMA MADRE DE DIOS Y SAN BENITO DE PALERMO, en el corazón de la comunidad
de EL BAJO, municipio civil San
Francisco del estado Zulia, en Venezuela; la cual pertenece a la Arquidiócesis
de Maracaibo, está adscrita a la Vicaría
Episcopal Territorial Sur e integrada a la Zona Pastoral número 8, junto a
todas las parroquias eclesiásticas ubicadas en el territorio del municipio
civil La Cañada de Urdaneta del mismo estado, a saber: Parroquia Inmaculada
Concepción, Parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá (La Ensenada), Parroquia
San Antonio de Padua y Nuestra Señora Virgen de los Parrales y la Parroquia
Nuestra Señora del Carmen (El Carmelo).
Interpretando el
sentimiento y anhelo unánime de la comunidad eclesial, se solicitó al Excmo. señor Arzobispo de Maracaibo, Mons.
Dr. Ubaldo Ramón Santana Sequera que, de acuerdo a su paternal providencia y
misericordia se le concediera a la hasta entonces Rectoría de San Benito, que
había sido constituida el 25 de mayo de 2014, la elevación a la categoría de
parroquia, y que se nos concediera el gozo de restaurar, junto al nombre del glorioso y amado San
Benito de Palermo, el
nombre tierno e inspirador de nuestra madre del cielo bajo el título de Purísima Madre de Dios,
A modo de reporte y humilde recordación
hemos querido publicar aquí algunos datos que hemos obtenido, producto de las
consultas que profusamente se realizaron en la comunidad y de acuerdo a la
investigación testimonial y documental a la que hemos tenido acceso:
PRIMERO, De acuerdo a la propia tradición y costumbre
de esta comunidad eclesial, desde hace unos doscientos años, existe en El Bajo
la devoción a la Bienaventurada Virgen María en el Misterio de su Inmaculada
Concepción, tratándosele con el nombre
cariñoso y popular de “La Purísima”, Al respecto hemos encontrado que ya en
el año 1775, aparece registrada la existencia de una capilla dedicada a la Virgen
María, en predios de los que para la época era conocido como La Cañada Baja (Hoy El Bajo), según lo
refiere el Doctor Luis Rincón Rubio, en su libro La Inmaculada Concepción de La
Cañada, pág. 49, citando como fuente los Documentos
referidos a la Visita Pastoral del Obispo Mariano Martí en el año 1.775 (Tomo
VI, Compendio).
SEGUNDO, En material que nos ha facilitado la Profesora Ada Ferrer Pérez, Cronista de San
Francisco, consta que:
“Isbelia de Atencio contaba que José
Francisco Bracho, esposo de Feliciana Morán, fue quien trajo a El Bajo la
imagen de San Benito, la trajeron en cayuco al repique de los tambores desde
Bobures, aproximadamente en 1,915, y desde entonces se celebran las fiestas de
San Benito en El Bajo”
TERCERO, Hemos constatado de forma testimonial que
en El Bajo existieron durante muchos
años dos capillas, una dedicada a San Benito de Palermo, que se ubicaba en
inmediaciones de los terrenos que hoy ocupa la empresa Servi-Lock; y la
dedicada a la Purísima, ubicada frente al templo actual. Refieren los pobladores
que en algún punto, alrededor de los
años 70, el entonces párroco de Santísimo Cristo de San Francisco, y de muy
venerable memoria, Monseñor Luis
Guillermo Vílchez proveyó el traslado de
la imagen de San Benito a la Capilla de la Purísima, y desde entonces
compartieron ambas imágenes la misma capilla.
CUARTO, En el año 1997, la capilla de la Purísima, que ya se conocía también como la capilla
de San Benito de El Bajo, dio paso a la nueva edificación que conocemos hoy
y a la misma se le llamó sólo Capilla de San Benito. Sin embargo, las fiestas
de la Purísima se siguieron celebrando año tras año en la Solemnidad de la
Inmaculada Concepción, unas veces con gran bullicio y otras con menos ímpetu; y
cuentan que incluso se hacía una vistosa bajada de la Virgen, como es costumbre
en nuestras latitudes.
Es de hacer notar que a pesar de la cercanía
de la parroquia Inmaculada Concepción de La Cañada, nunca tal cercanía ha
representado inconveniente alguno para que tanto los Cañaderos como los Bajenses
hayan celebrado una fiesta común durante más de dos centurias ininterrumpidas.
QUINTO, También hemos venido a saber, de acuerdo a
numerosos testimonios recibidos que la restauración del nombre de la Purísima
como titular de esta comunidad eclesial es un anhelo por todos compartidos, al
punto de que en todas las consultas realizadas se ha logrado completa
unanimidad en el criterio de que tal restauración representa la satisfacción de
un grande anhelo entre los cristianos católicos de El Bajo.
Así también proveyó el Metropolita de Maracaibo que, en el territorio concedido a esta parroquia naciente, se incluyeran las comunidades denominadas LOS RODEOS (I, II, II), y el Barrio Brisas del Lago, todos pertenecientes a la parroquia civil Domitila Flores del municipio San Francisco, en los cuales cumplíamos actividad misionera y hemos estado promoviendo la construcción de un templo decdicado a Nuestra Señora del Valle y a San Juan de Dios, proyecto que sería la primera iglesia filial de nuestra parroquia.
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