La Paciencia en la espera…
Mientras nos acercamos a la
celebración gozosa de la Navidad, quisiera recordarles que la paciencia es el
don de los misericordiosos.
Es un fruto magnífico del Espíritu Santo, que permite la constancia en el buen obrar y, muy especialmente, nos asiste en la perseverancia en la fe aceptando con gozo los sufrimientos de la vida.
La paciencia nos capacita para soportarnos y sobrellevarnos los unos a los otros aceptándonos con nuestras virtudes y defectos, sin juzgarnos, sino justificándonos en el amor en la dimensión de la Cruz.
Seamos pacientes. La paciencia es un adorno en el alma que hace crecer la comunidad de fieles porque, poco a poco, también nos va haciendo amar al enemigo. Sin paciencia no hay misericordia, porque la misericordia es el amor, el perdón al culpable sin juzgarle. Les recomiendo leer en privado y meditar, en una sola sentada, los capítulos 5 al 7 del Evangelio según San Mateo.
Padre Alberto Gutiérrez
Es un fruto magnífico del Espíritu Santo, que permite la constancia en el buen obrar y, muy especialmente, nos asiste en la perseverancia en la fe aceptando con gozo los sufrimientos de la vida.
La paciencia nos capacita para soportarnos y sobrellevarnos los unos a los otros aceptándonos con nuestras virtudes y defectos, sin juzgarnos, sino justificándonos en el amor en la dimensión de la Cruz.
Seamos pacientes. La paciencia es un adorno en el alma que hace crecer la comunidad de fieles porque, poco a poco, también nos va haciendo amar al enemigo. Sin paciencia no hay misericordia, porque la misericordia es el amor, el perdón al culpable sin juzgarle. Les recomiendo leer en privado y meditar, en una sola sentada, los capítulos 5 al 7 del Evangelio según San Mateo.
Padre Alberto Gutiérrez
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